Por: Amparo Balbuena.La delincuencia juvenil se define como un conjunto de infracciones de fuertes incidencias juveniles sociales, cometidas en el orden público caracterizada por su calificación a partir de la naturaleza de los delitos cometidos de forma criminológica, considerando en esta la personalidad, motivaciones y capacidades de reinserciones del delincuente.
El flagelo de La Delincuencia Juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día más no solo en nuestro país sino también en el mundo, poniendo en riesgo la seguridad pública de la sociedad las cuales van en contra de las buenas costumbres establecidas en donde las personas exhiben conductas que califican a un joven como delincuente.
Sus orígenes se remontan a principios del siglo XX, en que se ubica la preocupación por la infancia principalmente en quince países de nuestra región en las escuelas positivas y luego en las defensas sociales, siendo el resultado de la imitación latinoamericana de las preocupaciones Europeas y Estados unidenses las cuales se reflejaron en congresos internacionales.
En la actualidad esta problemática representa uno de los conflictos sociales que han aumentado tanto en países industrializados, centralizados como en los llamados periféricos de América latina.
Sus principales causas se encuentran en el debilitamiento de los sistemas tradicionales tales como: Biológicas, Psicológicas, sociales, falta de apoyo para el desarrollo de la niñez y adolescencia , desintegración familiar, medios de comunicación sociales, incorporación de la mujer al sistema laboral ,centros educativos implementando competitividad feroz, promoción del desarrollo integral en los jóvenes, falta de sistemas de asistencias, recreación ,desigualdad económica ,entorno familiar destructivo y falta de formación religiosa
Dentro de las consecuencias que trae este mal social están los siguientes: evitan asumir responsabilidades de sus actos construyendo una pantalla o justificación antes los mismos, falta de socialización, los jóvenes cometen actos delictivos como: robar, asaltar, Armas ilegales en su poder, violaciones sexuales, riñas, gangueros o le segan la vida a otras personas.También en muchas ocasiones se convierten en distribuidores o consumidores de estupefacientes es decir, drogas.
En el marco constitucional y en forma bastante moderada, algunos sectores dentro de los cuales se ubican en su mayoría órganos represivos del Estado, los Tribunales, así como los medios de comunicación sociales quienes proponen muchas veces ´´soluciones tradicionales ´´al problema de la delincuencia juvenil.
Mientras que se deben presentar respuestas inspiradas en la idea de "endurecer" el sistema penal dentro de los límites constitucionales y aplicar las leyes a quienes cometan infracciones en contra de la sociedad sin importar su edad y bandería política a la que pertenecen.
La mejor manera de prevenir la delincuencia juvenil es la de impedir que surjan delincuentes juveniles, para la cual se requieren adecuados programas de asistencia sociales, económicos, educacionales y laborales.
Es obvio que debemos prevenir la delincuencia juvenil y en esto no creo que haya disidentes, el problema está en ver si estamos dispuestos a intentarlo y más aún, a transformar ese deseo en una verdadera política de gobierno en todas sus implicaciones, pues requiere de la participación de una gran cantidad de sectores, tanto públicos como privados de nuestra sociedad.
La prevención verdadera implica el desarrollo de políticas y programas que permitan una mayor distribución de la riqueza, más adecuados programas de asistencia sociales, el fortalecimiento de la educación en todos los niveles como una prioridad, oportunidad de trabajo, en fin mejores oportunidades de vida en todos los sentidos y para todos sin importar la raza, color y estatutos socio-económico.
El flagelo de La Delincuencia Juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día más no solo en nuestro país sino también en el mundo, poniendo en riesgo la seguridad pública de la sociedad las cuales van en contra de las buenas costumbres establecidas en donde las personas exhiben conductas que califican a un joven como delincuente.
Sus orígenes se remontan a principios del siglo XX, en que se ubica la preocupación por la infancia principalmente en quince países de nuestra región en las escuelas positivas y luego en las defensas sociales, siendo el resultado de la imitación latinoamericana de las preocupaciones Europeas y Estados unidenses las cuales se reflejaron en congresos internacionales.
En la actualidad esta problemática representa uno de los conflictos sociales que han aumentado tanto en países industrializados, centralizados como en los llamados periféricos de América latina.
Sus principales causas se encuentran en el debilitamiento de los sistemas tradicionales tales como: Biológicas, Psicológicas, sociales, falta de apoyo para el desarrollo de la niñez y adolescencia , desintegración familiar, medios de comunicación sociales, incorporación de la mujer al sistema laboral ,centros educativos implementando competitividad feroz, promoción del desarrollo integral en los jóvenes, falta de sistemas de asistencias, recreación ,desigualdad económica ,entorno familiar destructivo y falta de formación religiosa
Dentro de las consecuencias que trae este mal social están los siguientes: evitan asumir responsabilidades de sus actos construyendo una pantalla o justificación antes los mismos, falta de socialización, los jóvenes cometen actos delictivos como: robar, asaltar, Armas ilegales en su poder, violaciones sexuales, riñas, gangueros o le segan la vida a otras personas.También en muchas ocasiones se convierten en distribuidores o consumidores de estupefacientes es decir, drogas.
En el marco constitucional y en forma bastante moderada, algunos sectores dentro de los cuales se ubican en su mayoría órganos represivos del Estado, los Tribunales, así como los medios de comunicación sociales quienes proponen muchas veces ´´soluciones tradicionales ´´al problema de la delincuencia juvenil.
Mientras que se deben presentar respuestas inspiradas en la idea de "endurecer" el sistema penal dentro de los límites constitucionales y aplicar las leyes a quienes cometan infracciones en contra de la sociedad sin importar su edad y bandería política a la que pertenecen.
La mejor manera de prevenir la delincuencia juvenil es la de impedir que surjan delincuentes juveniles, para la cual se requieren adecuados programas de asistencia sociales, económicos, educacionales y laborales.
Es obvio que debemos prevenir la delincuencia juvenil y en esto no creo que haya disidentes, el problema está en ver si estamos dispuestos a intentarlo y más aún, a transformar ese deseo en una verdadera política de gobierno en todas sus implicaciones, pues requiere de la participación de una gran cantidad de sectores, tanto públicos como privados de nuestra sociedad.
La prevención verdadera implica el desarrollo de políticas y programas que permitan una mayor distribución de la riqueza, más adecuados programas de asistencia sociales, el fortalecimiento de la educación en todos los niveles como una prioridad, oportunidad de trabajo, en fin mejores oportunidades de vida en todos los sentidos y para todos sin importar la raza, color y estatutos socio-económico.
Se deben encontrar e implementar formas de reducir la delincuencia juvenil motivo por el cual, se tiene que trabajar para el futuro de nuestro país, que son nuestros jóvenes.
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